Diario de Aprendizaje PDP 14

Dicen los historiadores que cuando el príncipe regente Juan VI de Portugal vino a Brasil huyendo de las tropas de Napoleón tuvo que apoyarse en la clase adinerada de Río de Janeiro para sufragar los gastos de la Corona. A cambio del apoyo D. Juan repartía generosamente cargos y nombramientos que se representaban físicamente mediante insignias. Los cariocas, poco acostumbrados a vivir en una corte, sorprendían a los extranjeros usando las medallas y condecoraciones cada vez que salían a la calle.
Así estoy yo, cargado de insignias pedeperas y sin saber qué hacer con ellas, si exhibirlas o guardarlas como un bien muy preciado.
Para ser sincero, la zanahoria de las insignias no me ha llevado a participar más. Teníamos otras zanahorias: las evaluaciones, las puntuaciones de los compañeros, el certificado… Pero creo que los que hemos llegado al final lo hemos hecho intentando alcanzar la zanahoria interna que nos había puesto nuestra motivación. Las insignias tampoco han estorbado, todo sea dicho. Creo que cuando se quiere conseguir o aprender algo la motivación externa ni ayuda, ni entorpece.
Y para eso estábamos aquí: para aprender; de los expertos de Edinumen y unos de otros. Yo quería saber cómo hacer mis clases más relevantes, dinámicas, variadas y efectivas. Poco a poco nuestros guías del PDP nos llevaron por los vericuetos de la metodología comunicativa experiencial. Paso a paso (aconsejo pinchar en la primera imagen y después desplazarse con las flechas o con las miniaturas que aparecen abajo):










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